martes, 24 de agosto de 2010

SALUD TOTAL


“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. 3 Juan 1:2


2Dear friend, I pray that you may enjoy good health and that all may go well with you, even as your soul is getting along well

Cada día los hechos confirman que la mejor dieta para el ser humano se encuentra en la Biblia; en sus páginas hay órdenes sencillas y fáciles de entender. Estudios médicos aconsejan a los jóvenes que cambien sus hábitos alimentarios, se recomienda consumir más frutas, verduras y hortalizas, cereales integrales, lácteos descremados y legumbres, entre otros.
Las enfermedades crónicas de los adultos ahora se ven en gente joven; cada día aumentan en la población juvenil la osteoporosis, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, los procesos articulares degenerativos y el cáncer. La dieta como parte del estilo de vida, es un pilar fundamental para que esta situación cambie.
Existen numerosas razones para reconsiderar nuestro estilo de vida y darle un nuevo rumbo. Se aconseja cambiar los hábitos de alimentación, no fumar, hacer ejercicio, no consumir alcohol, ser temperante (consumir con moderación lo bueno y abstenerse de lo malo) y confiar en Dios. Por eso Dios dejó para cada uno de sus hijos, los ocho remedios naturales:
1.- Aire Puro. El aire puro y el hábito de respirar correctamente aseguran la suficiente provisión de oxígeno al organismo.
2.- La luz del sol. La luz solar ayuda en la producción de vitamina D en la piel y destruye agentes infecciosos del ambiente. Se recomienda exponernos cada día, entre 15 a 30 minutos, a la luz del sol, preferiblemente en horas de la mañana.
3.- La abstinencia de sustancias dañinas. El café, el cigarrillo, las bebidas alcohólicas, y otras drogas alteran el funcionamiento de diversos órganos del cuerpo y nos predisponen a la enfermedad.
4.- El descanso. Dormir siete a ocho horas por noche. Tomar vacaciones, dedicar tiempo a la recreación, disfrutar de un sano pasatiempo, involucrarse en actividades que renueven el organismo y ayuden a romper la rutina diaria.
5.- El ejercicio. Caminar al menos 30 minutos diarios. Practicar ejercicios al aire libre; trotar, nadar, hacer gimnasia, montar bicicleta.
6.- El régimen alimentario. Combinar alimentos de manera que contengan todos los nutrientes: carbohidratos (50% de lo que ingerimos); grasas, especialmente de origen vegetal (30%); proteínas, preferiblemente sin grasa animal (20%); sales minerales y vitaminas. Balancear la alimentación de modo que incluya granos, cereales, verduras, frutas y nueces y almendras, etc.).
7.- El agua. Aplicarla externamente, por medio del baño diario. Ingerirla en suficiente cantidad (de 6 a 8 vasos diarios).
8.- La confianza en el poder divino. Cultivar la fe en Dios como un Padre celestial que se interesa en los problemas grandes y pequeños que nos asaltan a diario. Leer la Biblia todos los días, orar y asistir a la iglesia.
Meditemos en lo siguiente: La Sagrada Escritura nos muestra en la prueba que enfrentaron Daniel y sus amigos (Daniel, Cap.1), que cuando estos jóvenes escogieron la alimentación ordenada por el Creador, y no la ofrecida en la mesa del rey, al término de diez días dieron evidencia de estar más saludables que los demás jóvenes. El Dios del cielo quiere lo mejor para nuestras vidas; en su infinita misericordia, él conoce el fin desde el principio y sabe qué es mejor para cada uno de nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario