lunes, 19 de julio de 2010

CUANDO DIOS NOS DICE: ¡ERES MARAVILLOSO!

CUANDO DIOS NOS DICE: ¡ERES MARAVILLOSO!

“Y hubo una voz de los cielos que decía: “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia”. Mateo 3:17

En cierta ocasión le preguntaron a un empleado cómo le iba en su trabajo. Prestamente respondió: “Supongo que bien, porque no me han dicho nada”. ¿Hace ya mucho tiempo que no escuchas una palabra de reconocimiento? ¿Sientes que no eres apreciado? ¿Se te hace difícil recordar cuándo fue la última vez que te dijeron que habías hecho un excelente trabajo? Y si eres dirigente y tienes bajo tu dirección a otros, ¿desde cuándo no le dices ninguna palabra de reconocimiento o de ánimo a tu empleado? ¿Y qué tal te portas como esposo o como esposa? ¿Y como padre o madre? ¿Felicitas a tus hijos por sus logros, por pequeños que sean? Para ellos es muy importante el reconocimiento o una palabra de elogio de parte de sus padres.

Según los psicólogos, todo ser humano necesita al menos cuatro elogios diarios. Lo cierto es que todas las personas necesitamos afirmación. Los cumplidos, que siempre deben y pueden ser honestos, son de mucha ayuda, porque aumentan la autoestima para alcanzar una vida mejor. Es importante reconocer que cualquier tipo de estímulo hace que la persona se sienta viva.

¿Tienes hijos? Recuerda cuando tus padres expresaban frente a otros los orgullosos que se sentían de ti, y no escatimes los elogios a tus hijos. Estas palabras de Dios son un santo elogio para su Hijo Jesús: “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia”. Jesús vivió para agradar a su Padre, y este reconoció y elogio ese hecho. Haz lo mismo con tus hijos.

Meditemos en lo siguiente: El cumplido de Dios es también para ti. El te dice: “Eres mi hijo amado. En ti tengo complacencia. ¡Eres maravilloso! Estoy complacido de todos tus esfuerzos por agradarme. Sé que vives para servirme. Gracias”.

(Tomado de: Siempre gozosos)

No hay comentarios:

Publicar un comentario