miércoles, 4 de enero de 2012

COSAS QUE EL DINERO NO PUEDE COMPRAR

“A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos”. 1 Timoteo 6:17

Un famoso escritor escribió en cierta ocasión: “Es bueno tener dinero y las cosas que con él se pueden comprar, pero también es bueno, de vez en cuando, verificar y asegurarse de que no se han perdido las cosas que el dinero no puede comprar”.
Esta declaración, que hace eco a las palabras de 1 Timoteo, debiera inspirarnos a hacer un inventario de las cosas que tenemos que no podríamos comprar, pero que ciertamente no desearíamos perder.
En primer lugar tendríamos que colocar el amor de Dios. Este es el amor que verdaderamente nos sostiene cuando todo lo demás se ha acabado, amor generoso, que nada espera, que todo lo soporta y que nunca deja de ser (1 Cor. 13).
En segundo lugar contaríamos el amor de seres queridos y amigos, que se gana en el intercambio de afecto y apoyo y al compartir juntos la vida. La lista tendría que incluir la belleza de la naturaleza. Hay muchas obras humanas que despiertan la admiración, pero la belleza y la abundancia de la creación de Dios superan por mucho la producción humana.
Todos los días podemos disfrutar la grandeza del cielo, el sol, las estrellas, las plantas y los árboles, el canto de las aves, el beso de la brisa.
Hay una lista interminable de tesoros gratuitos. Entre ellos la paz mental, la clara conciencia, la buena salud, la libertad de la opresión, la oportunidad de congregarnos para adorar a Dios, el ejercicio físico, la oración, la esperanza en la vida eterna, la oportunidad de servir. Cada uno podría añadir algo más a la lista.
Meditemos en lo siguiente: El versículo de hoy, nos invita a confiar en Dios, quien provee en abundancia lo que es más importante que cualquier riqueza humana.
(Tomado de: Herederos de promesas)

QUE DIOS TE BENDIGA!!!

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